La capacidad de Ser feliz es un talento, y el mejor antídoto frente a la enfermedad
Ser Feliz es un talento. Una habilidad. Hay quien tiene talento para la pintura, para la comunicación, para la música, para el deporte. Y hay quien tiene talento para Ser Feliz. Y da igual lo que se encuentre en la vida, pase lo que pase, encontrará la forma de ser feliz, siempre.
Hoy escribo sobre un tratamiento diferente, un tratamiento innovador, alternativo, vanguardista, y eficaz: un tratamiento que embellece el alma. Quizá no esperes que en una farmacia te recomienden la lectura de un libro y lo tengan a la venta. Panambi Reta, que en guaraní significa La Cueva de las Mariposas, es una lectura sanadora
Panambi Reta es una historia real que me ha tocado por dentro. No quiero desvelarte el contenido del libro, la preciosa, positiva e inspiradora y a la vez dura, y difícil historia, de una familia con talento, el talento que deseo para todos los míos, la capacidad de Ser Feliz y estar sanos. Porque salud no es la ausencia de enfermedad. Salud, como nos enseña siempre que tiene ocasión la Dra. Blanca Usoz, es la capacidad de adaptarse y gestionar los desafíos físicos, psíquicos y sociales que la vida nos plantea, a veces, desde la más tierna infancia. Y la felicidad es la capacidad de gestionar lo que te sucede de forma que sientas que vivir merece la pena. Y eso es lo que hacen los protas de Panambi Reta
Pablo y Mónica
Talento a raudales, entendiendo talento como
1- la capacidad de Ser Feliz a pesar de todo y de todos (errores médicos incluidos, aunque me gustaría aclarar que el error en la práctica de la medicina suele ser una excepción, o no seríamos tan longevos. Cuando te toca ser la excepción, es muy, muy duro, y muy difícil de asumir y gestionar, lo que engrandece aún más a los autores del libro)
2- llevar tus capacidades a lo más alto
Dicen los expertos en coaching, desarrollo personal y neurociencia, como Mario Alonso Puig, autor del prólogo de este libro, que tener proyectos es lo que hace felices a las personas. Pablo tiene proyectos, se marca objetivos y metas, y pelea por ellas. Es cinturón negro en artes marciales, corredor de maratón, está al día en sus estudios como cualquier chaval de su edad. Aunque Pablo no es cualquier chaval, es un joven extraordinario. Tendrás que leer su libro para saber porqué hago esta afirmación.
Conocí a Mónica, ergonauta de la felicidad, brillante profesional de Design Thinking, y MADRE (así, con mayúsculas y en negrita) por motivos profesionales en febrero, hace tan solo 2 meses, por el empeño que ella puso buscando asesoría en un proyecto cosmético para el canal farmacia. No sé si aporté algo, ella a mí me ha cambiado la vida.. me hizo el mejor REGALO (también con mayúsculas y en negrita). Me dio, con enorme humildad y un “disculpa mi atrevimiento, te he traído mi libro” un ejemplar de Panambi Reta.
Hoy, ya lo tengo a la venta en la farmacia. Los beneficios obtenidos por los autores se destinan a la investigación de tumores cerebrales pediátricos, los obtenidos por la editorial a ONG´s y los obtenidos por su venta en la farmacia a la Asociación de Lucha contra el Cáncer. Win-Win-Win. Y siendo todo ello bueno, no es lo mejor. Lo mejor es lo que aprendí de su lectura y no me resisto a compartir contigo
Lo que me ha enseñado y aportado adentrarme en La cueva de las mariposas
1- La pregunta “¿Por qué yo? ¿Por qué me ha tocado a mí?” no tiene respuesta. Aunque la tuviera no aportaría nada. Ni te la plantees cuando algo se tuerza en tu vida. Ni tú, ni yo, somos tan importantes. Somos fruto de las fluctuaciones imprevisibles a la hora de la duplicación de las células. La incertidumbre de la naturaleza es un fenómeno universal al que nadie, ni nada, puede escapar. Por más que la arquitectura se empeñe en ello. Pienso en Nepal.
2- La capacidad o el talento de Ser Feliz tiene mucho que ver con la resiliencia, la virtud que más admiro en el ser humano. La capacidad de sobreponerse a las adversidades. La que nos hace cañas de bambú, flexibles, irrompibles, como Mónica y Pablo.
3- Durante un coma, el oído no se pierde totalmente. Lo experimenté en primera persona cuando mi madre, de manera imprevisble y brusca falleció. La lectura de Panambi Reta me lo ha reconfirmado. Y me he sentido feliz y aliviada, porque, por si acaso, le hablé, hasta el último minuto de su existencia.
4- Mis hijas adolescentes (¿aborrescentes?) se engancharon a Panambi Reta. Me lo quitaron a mitad de lectura. Y lo acabaron de leer antes de que pudiera hacerlo yo. Me miran de otra manera, con un respeto y agradecimiento que antes no había. La historia y la lucha de Mónica y Pablo les ha hecho ver el amor de madre desde otro enfoque, y les ha hecho valorar más a la suya.
Recomiendo Panambi Reta a todo el que quiera Ser Feliz, a pesar de una enfermedad, un tratamiento difícil, o una situación complicada. También a las madres de hijos adolescentes 🙂
Es parte de mi trabajo y el de mi equipo que todo aquel que entre en la farmacia salga de ella más feliz de lo que entró. Si vienes, no te librarás de leerlo. O bien lo compras (un tesoro por 18 euros) o te prestamos nuestro ejemplar, siempre que nos lo devuelvas en tres días. Tenemos ya varios circulando.
La energía no se crea ni se destruye: se contagia.
Gracias Mónica. Gracias Pablo.
Carmen Torres Vila
¡Gracias por tu visita! Estoy en la farmacia y en el blog para ayudarte en lo que pueda.
Puedes dejar un comentario si te surge alguna duda o con las sugerencias que quieras hacerme.
Feliz de poder conectar contigo!!
estoy encantada de haberos conocido a Montse y a ti. Me aportais muchisimo. me inspirais. Gracias por la recomendacion del libro !!! mil gracias. mañana se lo regalo a mis hijas aborrescentes!!! NAMASTE
Igualmente Laura¡ Bienvenida a farmalista. Poblemos la Red de mentes inquietas como la tuya 🙂 Gracias por tu visita y tu feedback. Este tipo de comentarios suben el ánimo y llenan de energía a cualquiera, gracias de nuevo¡¡
Buenos días
Mil gracias Carmen, un honor para mí esta mención por tu parte, que me hace muchísima ilusión.
Deseando tener el libro. Seguro que es una buena herramienta para incorporarla a nuestra caja de “arreglamientas” (es como la llamaban mis hijas) particular.
Un beso enorme