“Todo el mundo hace su vida pública en internet”

Este es el título del artículo que encontré  en la mesita de mi madre, lo había recortado para que yo lo leyera a raíz del estreno reciente de  farmalista, me veía tan  ilusionada y emocionada con el blog¡

Blog personal? hija, qué vas a contar?  le explicaba, y ella que siempre hizo gala de un comportamiento exquisito fuera cual fuera la situación a tratar o el medio en que se moviera, intentó darme un código. Era uno de sus lemas de vida: “por encima de todo hay que saber comportarse y ser persona, siempre”.

Acabó encontrando una lectura que me ilustrara al respecto, porque en internet también hay que saber comportarse.

Yo seguiré su consejo y nunca haré mi vida pública en internet, hay cosas que simplemente no le interesan a nadie más que a tu entorno más cercano. Sin embargo un blog personal debe ser transparente y auténtico y hay cosas que tampoco se deben esconder.

Farmalista acaba de empezar a andar y por ahora los que me seguís soís friends, fools and family. Por eso puedo y me atrevo a contar en él sabiendo que ella no lo censuraría, que ayer se fue la mejor madre del mundo. Y hoy, durante la misa celebrada en su honor, previa a su incineración, en un día tan señalado como el día de la madre, el que la definía por encima de todo, escribí una carta buscando aliviar mi dolor, que luego fui capaz de leer al final de la ceremonia. Aún no sé como pude hacerlo.

Aquí queda publicada en un intento de que los que la leaís valoreís lo que teneís.

Nuestra  madre, Menchu, era una mujer alta.

Alta por su estatura y complexión atlética. Alta por sus principios.

Alta por su escala de valores y  su ética. Alta por su exquisito código de comportamiento.

Nunca, ni siquiera en los momentos más difíciles, perdió las formas. Siempre se dirigió a todos con una corrección exquisita, incluso con los médicos y enfermeras que le atendieron estos últimos días.

 Eligió lo mejor  para nosotros : eligió darnos a un padre, el NUESTRO, un fuera de serie, un pura raza, con el que aún nos quedan preciosos momentos por compartir.

Juntos, Carlos y Menchu, me dieron algo mejor todavía, me dieron, los dos, a tres maravillosas personas como hermanos:

Carlos, Dolo, Miguel tenemos la suerte y el privilegio de compartir la mejor combinación genética posible. Una mezcla única y rara, por poco frecuente, de genes que pocas veces se da. La energía no se destruye, se transforma, en nueve personitas, sus nietos,  aún con más posibilidades que nosotros cuatro:  Iñigo, Mireya y Javier hoy aquí con todos, Irene, Paula y Javi, Sara y Loliña y la niña bonita de la familia: Ariadna.

Mamá les llamaba Robatiempos,  papá les llama Sacancolías, y los dos coincidían en el apellido: Quitapenas.

Queridísimos sobrinos e hijos: teneís muy alto el listón. Ánimo, hay que superarlo.

 Papá, 

siempre nos has dicho que lo mejor de las cuestas es llegar arriba, que no importa lo empinado y difícil de la subida, porque pedaleando hacia delante, antes o después, SIEMPRE¡  se llega a la cima.

Has repetido hasta la saciedad que los problemas bienvenidos sean…sólo ponen de manifiesto nuestra capacidad de resolverlos. Y así, sin darte cuenta, nos preparaste para hacerle frente a este momento.

 Gracias papá¡¡ Ahora, nos toca pedalear juntos sin descanso.

mamá, desde donde estés, no te disgustes por que lo comparta¡¡ este blog aún no es público, son friends, fools and family los que me siguen¡

Gracias, un fuerte abrazo a todos¡¡

Carmen Torres Vila
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• 06 May 2013