Para cuidar la cicatriz a partir de la sexta semana, cuando ya no existen ni puntos, ni grapas, ni costra. Como tratamiento de continuación al terminar el uso de parches.
Combina dos factores de crecimiento epidérmico con ácidos grasos esenciales característicos del aceite de Rosa Mosqueta. Se aplica sobre cicatrices rojas o rosadas para mejorar su aspecto. Se debe aplicar con un ligero masaje para favorecer su penetración y a la vez evitar que la cicatriz cree adherencias.